Como he dicho anteriormente, después del shock en el que quede después de recibir la noticia de mi cáncer, decidí, y confieso que con mucha reticencia, que me realizaría la quimioterapia, esto para mí sería el diez por ciento del tratamiento. Tenía claro que no iba a delegar la responsabilidad completa de mi salud en un equipo de oncólogos y ginecólogos que no sabían nada de Natacha, que no sabían nada de mi vida, que todo lo que sabían de mi, eran los resultados de una serie de pruebas exhaustivas que ponían en un amplio informe médico, por supuesto confié en ellos respecto al tratamiento que me recomendaban y estaba segura que era lo mejor que habían decidido para mí, para ese gran equipo de profesionales, yo era un informe más sobre la mesa, unas estadísticas, unas suposiciones. Pero insisto, no me conocían.
El otro noventa por ciento del tratamiento lo iba a dedicar a hacer TODO aquello que estuviera en mi mano para ayudar de manera natural a curar mi cuerpo en las cuatro áreas que creo que son vitales, la parte física, química, emocional y mental. Iba a coger las riendas de mi salud, de mi cuerpo. YO, soy la única persona responsable de mi cuerpo, de mi salud y de mi vida. Asumí esa responsabilidad en el momento en que cogí las riendas, tire fuerte de ellas y no deje de “galopar” hasta ahora, que ya puedo decir que voy al trote y en breves iré al paso, pero siempre con las riendas firmes.(espero que la metáfora se entienda)
La única responsable de mi salud, soy YO.
Insisto en esto, porque el cuerpo es mío y yo me conozco mejor que nadie.
Los cuidados no solo son antes y durante del tratamiento, casi lo más importante es después, porque cuando terminas la quimioterapia, no quiere decir que se ha terminado todo, los efectos secundarios de la quimioterapia duran en el tiempo.
En primer lugar, ajustes quiroprácticos, ya llevaba 12 años ajustándome y por eso hago mención anteriormente a los 12 años sin ir al médico.
Cuando nos encontramos con algo nuevo, desconocido, lo primero que hacemos es compararlo con algo que conocemos para entenderlo, eso es lo que ha pasado con la quiropráctica, la mayoría de la gente cree que la quiropráctica es para quitar el dolor de espalda, pero nada más lejos de la realidad, si es verdad que uno de los primeros efectos es la desaparición del dolor, aunque esa no es la finalidad de la quiropráctica.
La primera vez que conocí la quiropráctica, fue por un episodio de mi vida también muy duro, una operación de hernia de disco lumbar me dejo sin poder caminar, el diagnostico del neurocirujano fue que no volvía a caminar.
Después de dos meses en cama sin poder levantarme, me llevaron a un quiropráctico, era la primera vez en mi vida que oía esa palabra y no tenía ni idea de que era, ni que hacía. Me llevaron en brazos, me tumbaron en la camilla, y me realizaron mi primer ajuste vertebral, esa tarde salí andando, ¡al verme de pie y caminando se me abrió el cielo! Desde entonces ajustarme es como comer, lavarme los dientes, ducharme, hacer deporte, dormir, forma parte de mi estilo de vida y por supuesto, el de mi familia.
Salir caminando fue un milagro para mí. Cuando entendí qué trabajaba la quiropráctica, me confirmo que es un milagro, el milagro de la naturaleza, del cuerpo humano y del funcionamiento de éste.
Cuando empecé a tener conocimiento de todo lo que hacia mi cuerpo por mí, me enamore de él.
El cuerpo humano es tan complejo, que hoy en día, aún, llega a ser incomprensible para la ciencia y la medicina, el cuerpo realiza funciones que el ser humano hoy por hoy no sabe a ciencia cierta cómo las realiza, en cambio, él, el cuerpo humano, las hace desde siempre, para él es natural, me refiero a la regeneración celular, regeneración de huesos, cicatrizar heridas, recomponerse de un accidente, digerir, respirar, tragar saliva, parpadear, defenderte de bacterias y virus, formar-crear un bebe y millones de funciones más de las cuales nosotros no tenemos que pensar en ello. Dentro de nosotros hay una inteligencia innata que es la que se encarga de que todo funcione correctamente. ¿Lo ves? Tú también tienes un cuerpo maravilloso.
Los problemas aparecen cuando el cuerpo no funciona correctamente, las causas pueden ser muchas y variadas.
La definición de la quiropráctica según la Organización mundial de la Salud (OMS)
Una profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos del sistema neuro-musculo-esquelético y de los efectos de éstos en la salud general. Se basa en técnicas manuales, incluyendo ajustes articulares y/o manipulaciones centrándose principalmente en las subluxaciones.
Lo más importante de la definición es neuro y subluxaciones, porque trabaja directamente con el sistema nervioso a través de la columna vertebral, la información del cuerpo. Cuando hay una subluxación (nervio pinzado) la información no se transmite al 100%.
Imagínate que el cerebro es la central telefónica, la medula espinal, los tendidos eléctricos, los nervios, los cables y los órganos, el teléfono, móvil, ordenador. Bien, imagínate ahora que tu mejor amiga te anuncia que quiere que seas la madrina de su boda, te sorprendes por ese honor, incluso te emocionas, durante la conversación, si hay cobertura, podéis hablar de manera fluida y comprensible, ningún problema. Ahora imagínate la misma conversación sin cobertura, ¿qué ocurre, recibes el mensaje o entiendes la información igual de bien? Está claro que no. Lo mismo le pasa al sistema nervioso, si tiene una irritación del nervio (subluxación) la información no llega bien y con el paso del tiempo aparecen los problemas.
En resumidas cuentas, la quiropráctica elimina tus subluxaciones, se libera la presión sobre el nervio y este puede mandar la información correctamente a través del sistema nervioso hasta tu cerebro y empieza a funcionar correctamente. El que tiene la mayor capacidad de curación es tu propio cuerpo, ¿me sigues? Es sentido común.
Por eso, mi cuerpo después de las sesiones de quimioterapia se recuperaba tan rápido y bien, porque la información y mi cuerpo funcionaba al cien por cien.
Después de las quimioterapias, al segundo día estaba en cama descansando y durmiendo porque me sentía agotada, el tercer día también estaba un poco revueltilla, normal, mi cuerpo estaba trabajando a tope, pero los demás días hasta el siguiente ciclo de quimio estaba como si nada.
Cuida tu cuerpo de manera coherente, quiero decir, haz lo que tenga sentido para ti, pero piensa en esto, como cuides tu cuerpo, esa, es la calidad de vida que vas a tener, por poco que hagas por él no sabes lo agradecido que es!
Que mi cuerpo funcionara al cien por cien fue muy importante tanto a nivel físico como mental para recuperarme de este proceso tan duro.
Lo primero que hice fue visitar a mi amigo Aturo Castillo, Chef Ayúrveda para que me ayudara con la alimentación.
“Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina.”
Ya sabía que la alimentación era vital para tener buena calidad de vida, y yo pensaba que comía bien, hasta que conocí a Arturo. Ahí me di cuenta, que sí, que comía bien y de todo, pero no todo era bueno para mí, es más, antes de tener cáncer ya notaba que había alimentos que me hinchaban, o que tardaba mucho en digerir. Tiene mucho que ver con el sentido común, y ya sabes que a mí me encanta todo lo que sea sentido común y sobre todo si está relacionado con mi salud.
El cuerpo tiene la capacidad de auto curarse y auto regenerarse (regeneración celular, sistema inmunológico). Los alimentos juegan un papel importantísimo en el buen desarrollo de estas funciones puesto que comemos varias veces al día y todos los días de nuestra vida. Con lo cual, algo tendrá que ver lo que comes, con los resultados que obtienes respecto al funcionamiento de tu cuerpo y de tu salud. Como por ejemplo, sufrir de estreñimiento, tener mocos, indigestiones, ardores de estomago, dificultad respiratoria, insomnio, alergias, dolores de cabeza y muchas más que no asociamos para nada con la alimentación.
Somos seres únicos e individuales, no a todos nos sientan bien las mismas cosas y yo quería saber que era lo que necesitaba mi cuerpo y que alimentos eran los adecuados para él y así poder recuperarse lo antes posible de los efectos de la quimioterapia. La Ayurveda es para mí, la manera más coherente y completa de nutrir a mi cuerpo con los alimentos que yo, como persona única, necesito para que mi regeneración celular y mi sistema inmunológico estén al mayor porcentaje posible de funcionalidad, y en consecuencia, para que los demás sistemas del cuerpo (respiratorio, digestivo, excretor, circulatorio, endocrino, nervioso y reproductor) funcionaran bien lo antes posible después de cada sesión y/o ciclo de quimioterapia.
Lo primero alcalinizar el cuerpo y oxigenarlo. Yo no soy médico, ni nutricionista, pero se, por estudios científicos que se han realizado, que las células cancerígenas se alimentan de acido y no necesitan oxigeno para vivir y/o reproducirse. ¿Qué tengo que hacer para ayudar a esas células a debilitarse? Oxigenar el cuerpo y eliminar en la mayor medida posible cualquier alimento acido, y el azúcar es el que provoca más acido en el cuerpo. Si tienes un mínimo de nociones de alimentación, sabrás que ahora, en un gran porcentaje de los alimentos, predomina el azúcar, zumos en tetra brik, refrescos, kétchup, alimentos precocinados, mostazas, bollería industrial y un sinfín de ellos, aparte de colorantes, conservantes, potenciadores de sabor y no sé cuántas cosas más que el cuerpo tarda en desechar.
Cuando me hice mi primer tratamiento de quimioterapia y estaba conectada con la vía a la bolsita roja de quimioterapia, me sorprendí porque al cabo de un rato, pasaron con un carrito y ofrecieron a todos los “enchufados” un zumito de naranja, melocotón, piña o agua.
Esto no lo entendía, me están metiendo por vía intravenosa la quimioterapia para destruir el cáncer y debilitarlo, pero por vía oral me están ofreciendo azúcar que es un alimento que fortalece y favorece al cáncer. ¿Tu lo entiendes? Porque yo no. Por supuesto, pedí agua.
Mi misión era curar mi cáncer lo antes posible y pasar los efectos de la quimioterapia lo menos desagradable posible. Mi alimentación se volvió alcalina no un cien, un mil por ciento.
Recuerdo que no fue fácil, porque de repente empecé a introducir alimentos que no los había oído en mi vida, y eso no era lo peor, lo peor es que no sabía qué hacer con ellos. Ahora me rio, pero tuve momentos que quería tirar la toalla y no complicarme la vida, que necesidad tenia de realizar esos cambios si ya tenía bastante con tener cáncer ¿verdad?, lo más fácil y cómodo, hubiera sido seguir haciendo todo igual, continuar en mi zona de confort, pero entendí que si seguía haciendo todo igual que antes y no hacia cambios, la recuperación no iba a ser igual de rápida, asique, poco a poco y con la cantidad de recetas exquisitas que me receto Arturo más las que hay en internet, empecé a integrar en mi cocina y en mi dieta esta forma de alimentación y ahora se ha convertido en mi día a día. He de decir que me ayudo mucho que Giulliana y las niñas me acompañaran también en este proceso y cambio de hábitos alimenticios, al final salimos ganando todas.
Polinoni, cloruro de magnesio, cúrcuma, Kalanchoe, agua tibia con limón, aguacate y brócoli los incluía todos los días, aceite y semillas de lino, arroz rojo, lentejas rojas, mijo, quinoa, aloe vera, nada de harina blanca, frutas pocas, las que menos azúcar tenían, proteína vegetal, intentaba comer alimentos vivos, nada de congelados, ni carne, ni preparados, no utilizar el microondas (ahora ni lo tengo), muchas cremas, ensaladas, batidos, espinacas, espirulína, maca, chlorella , semillas, brotes, nada de lácteos, leche de arroz, avena y muchas cosas más. La información está en todas partes, solo hay que buscarla y aquella que tenga sentido para ti hacerla.
Aunque los cambios siempre cuestan, te puedo asegurar que el cambio en tu alimentación, es uno de los mejores cambios respecto a los resultados que obtienes, no solo como recuperación de las sesiones de quimioterapia sino en todo en general.
Estas más enérgica, más fuerte, mas alerta, mas espabilada, más ágil, más contenta, más ligera, más guapa, tu piel mejora, te sientes más viva de verdad!
Alguna vez me apetecía algún antojo de estos que no son muy saludables y lo tomaba sin culpa, como dice Arturo.
Con esta alimentación la verdad es que después de las quimios me encontraba súper fuerte, no tuve ni diarrea, ni vómitos y la sensación de ardor de esófago, yo me quejaba, pero parece ser que mi quemazón era muy leve y llevadera, creo que cuando te arde el esófago no se puede ni comer.
Conclusión, la alimentación es clave para recuperarte antes y estar mejor, no hay ninguna duda, que es incomodo, pues sí, pero no pienses en ti, piensa en tu cuerpo, esa era mi clave.
Os recomiendo varios libros en la sección libros.
Oxigenar el cuerpo, imprescindible.
Las células de cáncer no prosperan en un ambiente oxigenado. Haciendo ejercicio diario y respirando profundo ayudan a llevar oxigeno al nivel de las células, asique me puse a ello.
Me recomendaron a un maestro zen, Miguel Mochales. El mes de Julio, estuve yendo a entrenar todos los días antes de empezar con las sesiones de quimio, era un trabajo duro y constante, no solo del cuerpo, sino también de la mente, hasta dónde eres capaz de llegar, quien te pone los impedimentos, aprender a estar contigo, presente, aquí y ahora.
Después de la primera sesión de quimio, al día siguiente no fui y el segundo no me encontraba con fuerzas, pero al tercero volví y salí con una fuerza no solo a nivel físico, sino mental, tenía una lucidez diferente, más clara, sabía lo que tenía que hacer desde un lugar más espiritual, desde adentro, me escuchaba desde lo más profundo de mi ser. Era yo.
Solo puedo decir que me encanto la experiencia, aprendí mucho, y la recomiendo. Sólo pude estar un mes, ya que en Agosto fui a Ibiza de vacaciones y cuando volvimos, fue para preparar la mudanza.
Por supuesto recomiendo esta experiencia.
A parte, yo en casa también hacia mis ejercicios, os comparto el video para que veáis la intensidad de mi entrenamiento, era un no parar!
Aquí en Ibiza, antes de la operación estuve yendo a natación, me encanta nadar, no como en mi casa claro jajaja, nadar de verdad. También lo tuve que interrumpir después de la operación por la cura de las cicatrices, el brazo te queda con movilidad reducida y hay que ir poco a poco.
Ahora hago yoga, nado y voy a rehabilitación del brazo (presoterapia), a pesar de quitarme todos los ganglios, mas la retirada del musculo de la espalda, la movilidad de mi brazo se podría decir que es de un noventa y siete por ciento, porque hay algún movimiento en yoga que no lo puedo hacer bien del todo, nadar puedo perfectamente, aunque aún me tira un poco la cicatriz del pecho y de la espalda, pero es normal, ha pasado poco tiempo todavía, pero para la vida del día a día, ningún problema.
En algún lugar leí, que caminar treinta minutos al día, con paso ligero, hacia que tu cuerpo no enfermara. Cuando no llueve, me pongo los cascos y me voy a caminar treinta o cuarenta minutos por el campo, me encanta, me sienta fenomenal y me siento más enérgica.
Yo era mi peor enemigo. Nunca estaba todo perfecto, siempre podía haberlo hecho mejor, Mi auto-exigencia y mi falta de satisfacción respecto a mis resultados, ya fueran laborables, de madre, de pareja y de mi físico han sido un continuo machaque a mi persona. Nunca estaba satisfecha con los resultados, siempre estaba el: pero podía haberlo hecho mejor, si está bien pero me ha faltado esto, guapa en la foto pero mira que tripa me sale, la comida me ha salido bien pero le faltaba un poco de sal, pero pero pero…
He de decir, que gracias al cáncer, todas estas tonterías se me han ido de la cabeza. Cuanto tiempo perdido en chantajearme a mi misma durante tantos años. Claro que se pueden hacer las cosas mejor, pero lo importante es hacerlas lo mejor que sabes, y ¡qué, si no está perfecto! al fin y al cabo ¿qué es la perfección?
He aprendido a agradecer y estar contenta con los resultados, lo importante es que hago las cosas lo mejor que puedo y lo mejor que se y eso ya es bastante para mi.
Empecé a analizar de donde me venía toda esa exigencia hacia mi misma, siempre sacando peros a todo lo que hacía y, lo descubrí, no sé si es el único motivo, imagino que no, pero si es uno de los que más me marco.
Yo empecé a tomar clases de ballet a los diez años, en un principio yo iba a ballet porque mi hermana mayor me apunto, no porque yo lo eligiera, con lo cual, al principio, pues bueno, no me volvía loca el baile la verdad , hasta que llego el día en el que se realizaban los exámenes de final de curso y por los pasillos de la escuela empecé a ver a las alumnas de cursos superiores muy nerviosas, todas con sus moños bajos, con sus tutus rosas, maquillajes perfectos, calentando sus pies, doblando sus espaldas, lanzando sus piernas a lo alto, moviendo los brazos como alas, con una elegancia me quede fascinada, fue ahí, en ese momento cuando algo se movió en mi interior y decidí que yo iba a ser bailarina.
El baile es una disciplina muy dura, muy exigente, buscas la perfección de los movimientos, como te podrás imaginar, nunca estas lo suficientemente correcta, mete la tripa, aprieta el culo, estira los pies, la cabeza, la barbilla, no mires al suelo, la rodilla, el codo, el cuello, baja el hombro…Yo durante siete años de estudios, cada vez que me miraba al espejo, siempre había algo que mejorar, nunca estaba perfecta, nunca estaba bien. Y ya sabemos que cuanto más te repites una cosa, más te la crees y al final se convierte en una verdad, tu verdad. (Esto no solo me pasa a mí, a todos nos pasa, con lo que aprendemos en casa, lo que te dicen papa y mama, tus hermanos, primos, en el colegio, los profesores, tus compañeros de clase, con lo que ves en las noticias, la manipulación con la que el sistema nos adoctrina, etc. Este es un tema muy extenso, “las creencias”, creencias que en muchos casos nos limitan y no nos dejan sacar todo nuestro potencial interno, nos castran y no vemos más allá, hasta que por distintas circunstancias de la vida, como un cáncer por ejemplo, te hace ver que estas poniendo toda tu energía en el exterior y no en tu interior. Para mí el cáncer me ha hecho realizar un viaje a mi interior, a mi ser, a ver mi esencia, a ver lo que realmente soy en el reflejo de ese espejo, un ser maravilloso, con mucho amor que dar y recibir, y estar agradecida por lo abundante que soy)
En conclusión, critica, exigencia, perfeccionismo hacia uno mismo puede que esté bien en momentos puntuales, pero todos los días, a todas horas, no es necesario. Al fin y al cabo es una no aceptación de tu persona, es tirar piedras a tu propio tejado, un sin sentido. Si algo he aprendido es que todo es perfecto y necesario, aunque en el momento no lo veas ni lo entiendas, muchas veces no hace falta entender, más bien sentir, sentirte a ti misma y como me estoy poniendo en plan profundo, por hoy lo dejo aquí y ya haré más reflexiones, todas basadas en mi experiencia, eso quiere decir que es mío, ni tiene que ocurrirle a todo el mundo igual, ni quiere decir que si haces todo como yo lo he hecho tengas los mismos resultados. Yo sólo te puedo decir desde mi más humilde ignorancia, que cada uno tiene su proceso y que hay que aprender…¡rapidito!