El Tratamiento

Quimioterapia

Después de todas las pruebas, la oncóloga me comunicó que no era tan agresivo y el equipo de oncología había decidido cambiarme el tratamiento, serían cuatro ciclos de quimioterapia cada veintiún días y doce ciclos semanales de otro tipo de quimio llamada Trastuzumab, (las llaman infusiones) la mastectomía (extracción total de pecho) si o si, un año de radioterapia y depende del resultado habría más quimioterapia o no, después de dos años si estoy limpia de células cancerígenas, me reconstruyen el pecho, primero con un expansor y luego implantan la prótesis. Ah, el otro pecho no me lo igualan, porque lo consideran cirugía plástica.

Me dieron un cuaderno fotocopiado de los síntomas más comunes tras recibir la quimioterapia.

Los efectos secundarios de la quimioterapia:

Vómitos, diarrea, estreñimiento, alteraciones en la percepción del sabor de los alimentos (gusto metálico o amargo ), alteraciones en la mucosa de la boca (mucositis, consiste en una inflamación de la misma acompañada de llagas o úlceras dolorosas), alteraciones de la médula ósea y en consecuencia un descenso de los glóbulos rojos, esto provoca anemia y los efectos de esta pueden ser : debilidad, cansancio, sensación de falta de aire ante pequeños esfuerzos, palpitaciones (aumento de la frecuencia cardiaca), mareos, palidez de la piel y de las mucosas. Descenso de los leucocitos, descenso de las plaquetas, caída del cabello, alteraciones de la piel y de las uñas, alteración del sueño, si tienes fiebre tienes que acudir a urgencias de oncología rápidamente, estas son las más comunes. Las uñas ennegrecen y se pueden llegar a caer, entre otras. También hay que contar con el estado anímico en el que te quedas cuando te dan la noticia, durante el tratamiento y después.
Los marcados en rojo, fueron los síntomas que tuve, aparte de sueño y sensación de ardor del esófago como un par de días después de las cuatro quimios del principio.

Estaba asustada y por otro lado estaba deseando empezar. Durante las cuatro primeras quimios, realmente me sentía enferma, es una sensación incoherente porque, cuando me detectaron el cáncer, yo estaba bien, no me sentía mal, en cambio cuando empecé las quimios, a pesar de llevarlas muy bien, me sentía enferma, que curioso, para curarme del cáncer me encontraba peor.
Aquí os comparto mi primer ciclo de quimioterapia y cómo me sentí abriendo las puertas de mi cuerpo a la quimio.

Primer ciclo de quimioterapia

Después de 4 días

Trece días del primer ciclo

Caída del cabello

Lo que más temía era la caída del pelo, y la mastectomía.


Quedarme calva, sólo de pensarlo me entristecía un montón, hasta me aterrorizaba la idea de lo horrible que iba a estar, a los quince días, llego el momento. Mejor os comparto el video y luego comento

Lo primero que me llamó la atención y ME ENCANTÓ, fue sentir el viento en mi cuero cabelludo cuando salí de la peluquería, era como si el viento acariciara mi cabeza con unas manos imaginarias. En la ducha, sentir las gotas de agua resbalando sobre mi cabeza desnuda fue una sensación MARAVILLOSA y pasarme la mano por la cabeza con el pelo tan rapadito me pareció muy agradable.

Total, que el drama que tenía montado en mi cabeza por la caída de pelo, no era más que una película creada en mi mente, de alguna manera, absurda, porque estuve sufriendo con la idea de la caída del cabello más de un mes, sufriendo por algo que no era real, solo era real en mi mente y en mi imaginación.

Esto fue un buen aprendizaje para mí, no anticiparme a los acontecimientos antes de tiempo, y sobre todo si te hacen sufrir. Al final, resultó que me encanto estar rapada y después calva, me veía guapa, mas YO no podía ser, no tenia melena donde ocultarme, era tal y como soy, y me encanté.

Después del segundo ciclo de quimio, me fui de vacaciones, necesitaba naturaleza. Como era pleno Agosto, el pañuelo me lo puse en alguna ocasión, pero me daba tanto calor que no lo aguantaba, por eso la mayoría del proceso lo pase con la calva al viento. Un consejo que doy es ponerse mucha protección solar en la cabeza, yo me queme la cabeza un poco y se me pelo la calva, 50 años sin que me diera el sol en el cuero cabelludo, pues claro…hay que cuidarse mucho. La oncóloga me decía que no tomara el sol, pero a mí me daba la vida y me alegraba el alma, iba a primera hora del día o última de la tarde y bañarme en el mar me daba fuerza y energía.

El catéter

A la vuelta me hice el tercer ciclo, y notaba un poco de quemazón en la vena en la que me estaban poniendo la quimio y me aconsejaron ponerme un catéter para no tener que pincharme en la vena, ya que se quemaban o destruían por lo fuerte que era la quimio. Es cirugía menor, pero yo no lo pase nada bien.

Estuve revuelta todo el día siguiente a su colocación y si bien es cierto que después al ponerme todos los ciclos a través del catéter ha sido una maravilla, el primer mes notaba mucho su presencia y me desagradaba, ahora, aún lo tengo y no me gusta nada tenerlo, porque lo siento, siento un cuerpo extraño, estoy deseando que me lo quiten.

Recuerdo que la siguiente quimio me la hicieron a los ocho días de ponerme el catéter, esa mañana no quería ir, me sentía como una estudiante, quería hacer pellas y saltarme ese ciclo. Cuando estaba sentada para realizarme la analítica, (te hacen una analítica justo antes de ponerte la quimio para ver cómo está tu sistema inmunológico, defensas, glóbulos y que sea seguro ponerte la quimio) no podía parar de llorar, era el cuarto ciclo y último de las quimios más fuertes, me quedaban por delante doce sesiones semanales y ya estaba cansada, cansada de hacerle tantas perrerías a mi cuerpo. Ese día nada tenía sentido, solo quería salir de allí y correr, correr lo más lejos posible, lo dejaba, me rendía, no continuaría, me daba igual lo que me pasara. Pero allí me quede, sentadita y enchufada. Y por fin terminaron los ciclos fuertes, los demás que me iban a poner, no es que fueran menos fuertes, eran diferentes y tendría efectos secundarios más suaves, por eso se podían hacer semanalmente.

Doce sesiones de Trastuzumab

Ahora empezaba las sesiones de las infusiones, así las llaman, ponerme el tratamiento a través del catéter fue un gran cambio para mejor, a pesar de haberlo pasado mal en su colocación y lo desagradable que me resultaba verlo y tocarlo, decidí no prestarle atención, todo aquello en lo que te centras se expande, eso quiere decir que si te quedas atascado en algo por mucho tiempo, ese algo se hará mas fuerte y grande, asique cambie mi rechazo hacia el catéter por la aceptación y gratitud de su función, ya no me tenían que pinchar por vena con el riesgo que eso conlleva y mis venas no sufrían. Ya ves que fácil! Nosotros somos los únicos que podemos decidir ese cambio tan sencillo.

Me mudo a Ibiza

Fue una decisión rápida, no lo pensamos mucho, simplemente lo hicimos. Decidí que quería vivir y estar cerca de la naturaleza, del mar, en un lugar donde el tiempo diera de si, pequeñas distancias, contaminación cero, se convirtió en algo vital para mi recuperación.

Apoyada por mis hijas y acompañada por mi pareja, me fui de la gran capital, donde nací y viví estos largos 51 años. Nos pusimos a empacar cajas para la mudanza, así en pleno tratamiento, ¿Fuerzas? Claro que las tenía, me sentía como un miura, ahora me podía permitir hacer todo aquello que soñaba, me di cuenta que la vida hoy es de una manera y mañana de otra. ¿entonces quién me impedía hacer todo lo que yo deseaba? Una servidora, yo y solamente yo soy la responsable de vivir la vida como quiero, que me atreviera o no ha a hacerlo, eso ya es otro cantar, desde luego, no iba a hacer lo mismo que estaba haciendo hasta ahora, le iba a dar un giro de 180ª a mi vida, y el cáncer fue el pretexto o la oportunidad para hacerlo. Cuando tienes cáncer todos te apoyan en tus decisiones aunque sean muy locas, es genial.

Además de hacer un trabajo de desapego muy potente, porque me deshacía prácticamente de todo lo material, muebles, enseres, ropa, electrodomésticos, eso no tiene importancia, pensaba que no iba a tener apego a un trozo de madera con cuatro patas, al fin y al cabo venimos sin nada y nos vamos con el amor de las personas, no nos vamos con una silla debajo del brazo.

En la parte emocional, ya no estaba tan miura, ahí estaba un poco gatita mimosa, esa fue muy dura y aún hoy me apena y mucho, mis hijas, mis pequeñas, Naiara y Ainhoa se quedaron en Madrid a terminar sus estudios y las extraño mucho mucho, a pesar de vernos muy a menudo, extraño levantarme por las mañanas y abrazarlas, besarlas, reírme con ellas, compartir cada ratito, las adoro.


El lugar elegido para mi curación fue Ibiza. Pensaras ¿Ibiza?!Con la fiesta y la marcha que hay¡ y es cierto, pero si buscas relax, meditación, buena alimentación, conciencia en cuidarte y crecimiento, también lo encuentras. Conozco la isla desde los 15 años, mi hermana mayor vive aquí, y siempre he estado enamorada de su olor, de su luz, sus calas, aguas cristalinas, montañas para caminarlas, cielo estrellado, en fin, que aquí estoy y muy feliz de haber tomado la decisión.

2ª infusión y preparando mudanza

Camino a Ibiza después de la 3ª infusión

Final de la quimioterapia

En un principio terminaría las infusiones de trastuzumab en Ibiza, pero para la operación del pecho tenía pensado irme a Madrid, en Ibiza sinceramente no me fiaba mucho. Tuve cita con la oncóloga en el hospital de Ibiza y me encantó, joven, alegre, positiva, salí encantada. Iba a estudiar todo mi caso y en la siguiente cita me contaría si continuábamos con el plan de Madrid o variaban algo. A la semana siguiente me confirmo que seguiríamos con el tratamiento igual que en Madrid, y que en la misma cirugía de la mastectomía me reconstruirían el pecho con grasa de mi propio cuerpo. Me quede con la boca abierta. Estaba haciendo todo lo que estaba en mi mano para salvar mi teta, pero la posibilidad que me había ofrecido estaba descartada por el equipo de oncólogos de Madrid, no entendía nada pero me daba igual, si no conseguía salvar la teta, saldría con una reconstrucción después de la operación, eso significaba mucho para mí.

¡Me quedan 5 infusiones!

En la novena infusión de las doce, me volvió a pasar lo de la cuarta quimio de los ciclos fuertes, no quería ir al tratamiento, me quería quedar en casa y también llore.
El balance tampoco está tan mal, de dieciséis ciclos en seis meses, que sólo sean dos días con ganas de no ir a que te pongan el tratamiento, es un porcentaje bajito.

¡Me quedan 4 infusiones!

Y por fin llega la última infusión, la primera parte de todo el proceso se ha completado, terminadas los dieciséis ciclos en estos largos seis meses y ha sido PRUEBA SUPERADA!!!
A celebrar, poco a poco, paso a paso, una detrás de otra, sin mirar más allá, para llevarlo lo mejor posible.
Para superar esta primera etapa, no veía los seis meses o años que me quedaban por delante, ni todas las analíticas, quimios, trastuzumab, pruebas, ecos, mamografías, revisiones ginecológicas, pruebas del corazón, operación, recuperación etc. Me centraba en lo que pasaría al día siguiente, y después de este al siguiente y al siguiente, así he podido vivir cada día de manera intensa y sin agobios y de repente, al día siguiente, se acabó, ya están terminadas las sesiones de quimio, me parece mentira, menudo peso me he quitado de encima.

Termino las quimios

Ahora empiezo con unas vacunas intramusculares también de tratuzumab, se ponen en el muslo y se va alternando un muslo cada vez. Duele un poquito el ponerla, pero mis enfermeras son las mejores del mundo y apenas noto el escozor del principio. Tarda cinco minutos en ponerse porque es un líquido muy espeso y hay que ir poniéndola poco a poco, se ponen cada veintiún días durante un año. Efectos secundarios, un poquito de hinchazón alrededor del pinchazo y rojez, conviene dar un masajito muy suave alrededor para que no se encapsule. A parte de eso, nada de nada, yo como siempre a dormir un poco más, pero estas son pan comido después de las otras quimioterapias. Acabe en Octubre del 2017 con estas vacunas también.